Si te preocupa tu autoestima o piensas que puede estar afectando negativamente a tu vida, seguramente te hayas preguntado qué puedes hacer para trabajar en ello. En este blog, abordaremos qué es exactamente, cómo se siente tener una baja autoestima y qué puedes hacer para mejorar o subir tu autoestima.
Antes de empezar, queremos recordarte que en caso de estar sintiendo malestar persistente puedes consultar tu caso de manera gratuita con un miembro de nuestro equipo concertando una una primera sesión informativa.
Qué es tener autoestima: significado
La autoestima es un concepto muy estudiado a lo largo de la historia de la psicología por ser un factor clave en el bienestar de las personas. La RAE la define como “valoración generalmente positiva de sí mismo”. Otros académicos han llegado a distintas definiciones entre las que destaca la de Rosenberg (1973). El autor utiliza las siguientes palabras: “actitud positiva o negativa hacia un objeto particular: el sí mismo”.
Cuando hablamos de autoestima en las calles; le damos nuestro propio significado. En el lenguaje común es común escuchar que alguien tiene autoestima o que no la tiene. Sin embargo, esto es sólo una forma de hablar porque en realidad todos tenemos autoestima. Todos tenemos una actitud hacia nosotros, ya sea negativa o positiva.
La autoestima es el resultado de la relación que tenemos con nosotros mismos, la valoración que hacemos de nuestras capacidades, las creencias que tenemos sobre nosotros mismos. Nuestra autoestima es cómo nos sentimos hacia nuestra propia persona. Esta relación puede estar predominada por emociones de aceptación, respeto y reconocimiento; o todo lo contrario estando caracterizada por la desconfianza, la crítica y la insatisfacción.
Los componentes de la autoestima
Existen otros componentes estrechamente relacionados con la autoestima, que hacen referencia a distintos aspectos de esa relación con uno mismo.
En este sentido depende de dónde pongamos la mirada podremos hablar de autoconcepto para referirnos a la lo que pensamos de nosotros mismos; autoimagen para recoger nuestra opinión sobre nuestra imagen; o la autoeficacia para hablar de la confianza que sentimos en nuestras propias capacidades.
Sin embargo, para poder dar respuestas a la pregunta inicial de este blog «¿cómo se puede subir (mejorar) la autoestima?» puede ser más útil preguntarnos por cómo se forma la autoestima. La autoestima es el resultado de muchos factores como nuestras experiencias o las percepciones de los demás hacía nosotros. Es el fruto de nuestro historial de errores, victorias y frustraciones, pero también de los comentarios que hemos escuchado sobre nuestra conducta, personalidad, capacidades o imagen.
Síntomas de autoestima baja
Cuando tenemos una baja autoestima podemos sentir insatisfacción hacia nuestra persona, por cómo somos, nuestras capacidades o nuestra imágen. Esta percepción nos acompaña cada día, determinando en muchas ocasiones nuestras decisiones; por ejemplo en cómo afrontamos un reto, una crítica o un logro.
Nuestra autoestima tiene un gran impacto en las relaciones con los demás. La actitud hacia uno mismo influye a menudo en cómo nos vinculamos con otros. Puede afectar a nuestra gestión de muchos momentos importantes en la construcción de una relación sana. Algunos de estas situaciones pueden ser la capacidad de decir no, poner límites ante ciertas situaciones o recibir críticas.
Una de las maneras más eficaces de saber si necesitamos trabajar en nuestra autoestima es atender a nuestro dialogo interno, es decir a qué cosas nos decimos y cómo nos las decimos. Cómo son esos mensajes cuando conseguimos un logro, cometemos un fallo, recibimos un rechazo o simplemente nos miramos al espejo. Si tras este ejercicio, crees que los mensajes negativos sobrepasan los positivos o si cuando piensas en ti predomina una emoción de malestar quizás es momento de trabajar en ello.
Cómo mejorar la autoestima
Los cambios necesarios para mejorar o subir nuestra autoestima pueden ser muy distintos en cada caso. Desde la psicología se han desarrollado diversos estrategias y recursos para potenciar dicho trabajo. A continuación, nombraremos algunos cambios que pueden tener un gran impacto en nuestra autoestima y por tanto en nuestro bienestar.
- No esperes a sentirte mejor para actuar: Muy frecuentemente pensamos que debemos sentirnos más seguros en nosotros mismos antes de intentar ciertos cambios que buscamos, como presentarnos a un trabajo o ponernos la ropa que nos gusta. Sin embargo, el orden es justamente el contrario. Debemos empezar a hacer todo eso que haríamos si tuviésemos más autoestima o nos sintiésemos más seguros para poder construir esa confianza. Debemos cambiar nuestra forma de actuar para cambiar como nos sentimos.
- Vigila tu diálogo interno: debemos poner nuestra atención en esas creencias sobre nosotros y los mensajes que nos mandamos. Que ciertos pensamientos se repitan mucho y tengan una fuerte presencia en nosotros no significa que sean acertados. Parte del cambio radica en poner entre dicho estos contenidos y empezar a cambiar la forma en la que nos dirigimos a nosotros mismos.
- Revisa las condiciones de tu relación contigo mismo: Cómo nos sentimos con nosotros mismos está íntimamente relacionado con cómo nos tratamos. Reflexiona sobre tus hábitos, cuáles son las normas que te aplicas y si estás recibiendo un trato justo y respetuoso por tu parte. Un buen ejercicio puede ser plantearnos si consideraríamos justo ese mismo trato en otras personas. Empezar a priorizar nuestro autocuidado, permitirnos expresar nuestro malestar y respetarnos incluso cuando cometemos errores pueden ser ejemplos de un trato que favorece una autoestima sana y fuerte.
Aunque este es un buen inicio, subir o mejorar nuestra autoestima requiere de paciencia y consistencia para obtener cambios duraderos y significativos. Por ello, es muy recomendable consultarlo con un profesional que pueda hacer una evaluación de tu caso en particular y diseñar un plan de trabajo basado en tu contexto y necesidades específicas.
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