Los síntomas de la ansiedad ocurren debido a la cadena de procesos fisiológicos que nuestro cuerpo pone en marcha ante amenazas inminentes. Dicho de otro modo: la ansiedad es la conversación que nuestro cuerpo intenta tener con nosotros para decirnos que algo malo puede estar ocurriendo.
Causas de la ansiedad
La ansiedad ocurre porque el cuerpo es “vago” por naturaleza, es decir, busca gastar la menor cantidad de recursos posibles para sacar el máximo partido a algo, PERO, su mayor prioridad es la supervivencia. Por eso, cuando detectamos una situación que nos pone en riesgo a nosotros o a algo/alguien que nos importa, el cuerpo comienza a realizar descargas para movilizar energía y activarnos de cara a hacer frente a esa posible amenaza, y esta energía es lo que llamamos estrés.
Básicamente, la ansiedad es la hermana gemela del miedo. Allí donde aparezca ansiedad, debemos buscar temor. Temor a perder un empleo, a perder a un ser querido, a un suspenso, a no lograr algo que para nosotros es importante, a resultar dañados… Miedo, en definitiva, aunque no siempre resulte obvio.
Principales síntomas de la ansiedad
Para avisarnos de este miedo, nuestro cuerpo usa su propio lenguaje, y con frecuencia le gusta “provocarnos” cosas tan poco agradables como que el corazón vaya a mil por hora, dolores continuos de cabeza, sensación de presión en el pecho, nos obliga a acudir al baño más de lo normal, incluso nos puede provocar vómitos. Y en realidad, un largo etcétera, porque varía ligeramente según cada persona.
Los principales síntomas de la ansiedad son: náuseas, vómitos, mareos, dolor en el pecho, ataques de pánico, insomnio por ansiedad, dolor de cabeza, angustia, dolor de estómago por nervios o pérdida de peso.
Esta especie de síntomas secundarios a la ansiedad se deben a que la parte del sistema nervioso que se encarga de movilizar la energía y estrés, es la misma que se encarga de todas estas funciones y, por lo tanto, terminan viéndose alteradas.
Sin embargo, cuando la cadena de eventos a los que tenemos que hacer frente empieza a ser muy grande, o los eventos muy exigentes, se produce un exceso de estrés, nuestro cuerpo soporta más estrés del que puede hacer frente y empezamos a desarrollar ansiedad.
Tipos de ansiedad
Tradicionalmente se ha hablado de tipos de ansiedad, pero lo cierto es que la ansiedad es ansiedad, y lo que cambian son las circunstancias y los elementos que nos la provocan.
Por eso es importante conocer bien qué es la ansiedad y cómo funciona, ya que quizá, las cosas no sean lo que parecen. Los principales tipos de ansiedad que pueden estarte ocurriendo, seguramente estén aquí:
Ansiedad infantil
La ansiedad infantil es una forma de ansiedad que afecta a los niños. Puede manifestarse de diversas formas, como temores exagerados, preocupación excesiva por la separación de los padres, miedo a dormir solos o a ciertas situaciones o estímulos.
Ansiedad en adolescentes
La ansiedad en adolescentes es común y puede ser causada por diversas razones, como la presión académica, la relación con los amigos y la familia, los cambios hormonales y el estrés. Los adolescentes pueden experimentar síntomas de ansiedad similares a los adultos, como preocupación excesiva, miedo y tensión.
Ansiedad severa
La ansiedad severa se refiere a un nivel alto y crónico de ansiedad que puede interferir significativamente en la vida diaria de una persona. Puede causar síntomas físicos, como dolor de cabeza, mareo y náuseas, así como afectar la capacidad de una persona para llevar a cabo sus actividades cotidianas.
Ansiedad nerviosa
La ansiedad nerviosa es una forma de ansiedad que puede causar síntomas físicos como sudoración, temblores y palpitaciones del corazón. Puede ser causada por diversas razones, como el estrés, la falta de sueño, la cafeína o el tabaco.
Ansiedad nocturna
La ansiedad nocturna se refiere a la ansiedad que ocurre durante la noche o al despertar. Puede ser causada por diversos factores, como el estrés, la falta de sueño, los cambios hormonales y los problemas de salud mental.
Ansiedad social
La ansiedad social se refiere a la ansiedad relacionada con situaciones sociales, como hablar en público o conocer gente nueva. Puede causar síntomas como sudoración, temblores y palpitaciones del corazón.
Ansiedad por separación
La ansiedad por separación se refiere a la preocupación o el miedo excesivo a separarse de una persona significativa o de un lugar seguro. Es común en niños, pero también puede afectar a adultos.
Ansiedad crónica
La ansiedad crónica se refiere a la ansiedad que es constante y duradera en el tiempo. Puede interferir significativamente en la vida diaria de una persona y causar síntomas físicos y emocionales.
Ansiedad anticipatoria
La ansiedad anticipatoria es la preocupación o el miedo excesivo a algo que puede suceder en el futuro. Puede ser causada por diversas razones, como el estrés, la incertidumbre y la preocupación por el futuro.
Cómo controlar la ansiedad
Todo esto, es algo a tener en cuenta, ya que podemos reducir los síntomas de ansiedad de manera temporal y a corto plazo. Podemos emplear técnicas de respiración, podemos emplear técnicas de meditación tipo mindfulness, y sin embargo todo esto solo servirá para aplazar lo inevitable si no lo acompañamos de otro tipo de estrategias.
Aprender a relacionarnos con las circunstancias que nos rodean es algo fundamental. En muchas ocasiones, la ansiedad se convierte en una falsa alarma, en un pastor mentiroso que nos dice que algo malo va a suceder, cuando realmente no es así. En estos momentos, ni la meditación ni la relajación son suficientes por si mismas, y es cuando toca desplegar esas otras estrategias que nos ayuden a reeducar nuestra ansiedad, y que vuelva a cumplir con su función original: ayudarnos a detectar potenciales peligros. En estos casos desde FullMood recomendamos acudir a la primera sesión informativa gratuita con nuestros psicólogos para que podamos ayudarte en tu situación actual.
Es importante recordar aquí que esta reeducación de nuestra ansiedad y estrés solo puede llevarse a cabo por un profesional cualificado de la psicología.
Todo ello evitará agravar los síntomas de la ansiedad con las consecuencias de no escuchar: depresión y ansiedad.
Conclusión
Si bien es cierto que en muchas ocasiones no es sencillo hacer frente ni gestionar nuestra ansiedad, hay otras ocasiones donde precisamente lo que toca es pararnos a escuchar qué es eso que queremos decirnos a nosotros mismos con esa conversación a la que llamamos ansiedad. A escuchar que quizá sea la hora de buscar un nuevo empleo, que tal vez no nos conviene permanecer donde estamos más tiempo, que hemos llegado a nuestro límite y que si seguimos así vamos a desarrollar alguna afección grave, e incluso entrar en depresión.
En definitiva, aunque a veces intentamos extirparla, lo cierto es que la ansiedad es ese sistema de alarma que la biología ha puesto ahí para ayudarnos a protegernos, es la herramienta natural que tenemos para cuidar de nosotros y los que nos rodean, pero como toda herramienta, hay que aprender a usarla.
Preguntas frecuentes sobre los síntomas de la ansiedad
“La ansiedad es algo que te provocas tú”
Falso. La ansiedad es una respuesta INVOLUNTARIA ante ciertas situaciones o elementos, y es necesario entrenamiento por parte de un profesional para aprender a modular las respuestas de nuestra ansiedad
“La medicación es suficiente para controlar la ansiedad”
Falso. La medicación (habitualmente del tipo Benzodiacepina) puede eliminar o reducir síntomas de la ansiedad, pero la medicación no trata las causas de esta. Por eso es importante no recurrir a la medicación sin acompañarla de intervención psicológica especializada.
“La ansiedad es algo grave que puede matarte”
Falso. No existe evidencia de fallecimientos por ataque de pánico o ansiedad. Recordemos que la ansiedad es el propio cuerpo movilizando energía para actuar. No obstante, sí es cierto que la ansiedad puede cronificarse si no se hace nada para remediarlo y terminar por ser una de las causas más incapacitantes que conocemos.
“La ansiedad es una dolencia muy común que puede llegar a agravarse”
Verdadero. Lamentablemente, tener problemas de ansiedad es muy frecuente hoy en día. La gente espera a veces demasiado (años) antes de pedir ayuda, y un problema relativamente fácil de abordar acaba convirtiéndose en un gran impedimento con cuadros de ansiedad generalizada. Por eso, si tienes problemas de ansiedad, el mejor momento para pedir ayuda es ahora.
“Todo el mundo tiene ansiedad”
Verdadero. La ansiedad es un proceso natural, normal y necesario. Todos tenemos ansiedad en algún momento de nuestras vidas, de no ser así, no sería posible vivir. El problema aparece cuando la ansiedad comienza a hacer lo que no debe o decidimos ignorarla.